Una tradición de siempre de esta asociación es perderse unos días en el monte, en algún lugar de especial connotación histórica y en él, abandonando todo material moderno con sus comodidades, intentar revivir las condiciones de vida de una pequeña unidad legionaria aprovechando para meterse en su piel y practicar técnicas de combate, marchas de aproximación, lanzamiento con onda, pilum o, como aparece en la fotografía, scorpio.